La mortalidad intrahospitalaria de los pacientes con sepsis en Cataluña se ha reducido un 30% en los últimos 20 años, aunque los casos se han triplicado
Esto ha sido posible, entre otras medidas, gracias a la implantación del Código Sepsis, un protocolo pionero que ha mejorado la detección precoz y el tratamiento de esta enfermedad grave.
El Código Sepsis Catalán se puso en marcha en 2015 gracias al trabajo conjunto del Grupo de Trabajo de Sepsis y Shock Séptico de la Sociedad Catalana de Medicina Intensiva y Crítica (SOCMIC), la Sociedad Catalana de Medicina de Urgencias y Emergencias (SOCMUE) y la Comisión Asesora para la creación del Código Sepsis del CatSalut.
Su objetivo principal es facilitar la detección precoz de la sepsis para iniciar de inmediato el tratamiento adecuado y asegurar la derivación de los pacientes que no responden al tratamiento inicial hacia centros asistenciales de mayor nivel con Unidades de Medicina Intensiva (UCI), todo ello con la coordinación y el apoyo logístico necesarios del Servicio de Emergencias Médicas (SEM), garantizando la equidad en la atención en todos los ámbitos del sistema sanitario catalán.
La detección precoz y el inicio inmediato del tratamiento son determinantes para mejorar el pronóstico. En este sentido, el Código Sepsis ha sido clave para reducir el tiempo de respuesta del sistema sanitario y mejorar la coordinación asistencial.
Los datos: menos mortalidad, más detección
Un análisis retrospectivo de todas las altas hospitalarias de Cataluña (públicas y privadas) entre 2005 y 2019, publicado en la revista Critical Care con el título “Trends in mortality in septic patients according to the different organ failure during 15 years” (2022), revela que, aunque los casos de sepsis casi se han triplicado, la mortalidad intrahospitalaria ha caído del 25,7% al 17,9%, lo que representa una reducción del 30%.
Datos destacados (2005–2019):
• Total de altas hospitalarias analizadas: 11.916.974
• Casos de sepsis detectados: 296.554 (2,5% del total)
• Incidencia: de 144,5 a 410,1 casos por 100.000 habitantes
• Mortalidad global: del 25,7% al 17,9%
Esta disminución de la mortalidad se explica por una detección más rápida de los casos, un mejor control del foco infeccioso y tratamientos más eficaces iniciados precozmente para restaurar la función de los órganos.
Cataluña, referente europeo en la lucha contra la sepsis
Cataluña es el único territorio de la Unión Europea con una estrategia nacional integral para abordar la sepsis, lo que ha convertido su modelo en referente europeo y base de la iniciativa “Stop Sepsis”.
El Código Sepsis coordina la actuación de todos los hospitales catalanes, asegurando una respuesta rápida desde la llegada del paciente a urgencias hasta su derivación a la unidad de cuidados intensivos (UCI), en caso de que la necesite. El protocolo garantiza también la equidad asistencial y la continuidad del tratamiento hasta el alta hospitalaria.
Girona acoge el Congreso Catalán del Código Sepsis
El Congreso Catalán del Código Sepsis, que se celebra hoy en Girona, reúne a profesionales de todo el territorio para compartir experiencias y debatir sobre los avances en la detección y el tratamiento de la sepsis.
El encuentro, liderado en esta ocasión por los hospitales Trueta y Santa Caterina, abordará aspectos como la implementación territorial del código, la actualización de los protocolos asistenciales y la formación continuada de los equipos sanitarios. También se presentarán resultados y buenas prácticas que confirman el impacto positivo del programa en la reducción de la mortalidad.
“El Código Sepsis es un ejemplo de cómo la colaboración entre profesionales, instituciones y sociedades científicas puede traducirse directamente en vidas salvadas”, han destacado los responsables del programa.
“La sepsis es una urgencia tiempo-dependiente: cada minuto cuenta. La coordinación entre profesionales y centros es esencial para mejorar los resultados clínicos”, destacan los organizadores del congreso.
La sepsis afecta entre 250 y 500 personas por cada 100.000 habitantes cada año
La sepsis es una respuesta inflamatoria generalizada del organismo ante una infección —bacteriana, vírica o fúngica— que puede provocar un mal funcionamiento de los órganos e incluso la muerte. Aunque es más frecuente en personas mayores o con patologías previas, puede afectar a cualquier edad o estado de salud.
La sepsis puede producirse por una infección en cualquier parte del cuerpo, como los pulmones, las vías urinarias, la cavidad abdominal o la vía biliar. Las sustancias que el sistema inmunitario libera en la sangre para combatir la infección producen una inflamación generalizada que, si es muy intensa, puede dañar las propias células del organismo y alterar la función de determinados órganos.
El escenario más grave se produce cuando la inflamación afecta al sistema cardiovascular, provocando que la presión arterial baje significativamente y que los distintos órganos no reciban la energía ni el oxígeno necesarios. Es lo que se conoce como shock séptico.
Afecta entre 400 y 500 personas por cada 100.000 habitantes al año y es responsable de aproximadamente el 6% de todas las hospitalizaciones. La mortalidad global en los casos de sepsis grave es del 20%, pero puede reducirse significativamente con una detección y tratamiento precoces.
Los principales factores de riesgo son padecer alguna enfermedad que debilite el sistema inmunitario, como el VIH o la leucemia, tener más de 65 años o menos de 2, sufrir alguna enfermedad crónica como la diabetes, haberse sometido a una cirugía, ser portador de dispositivos (sonda vesical, catéteres venosos, etc.) o tener heridas o lesiones como consecuencia de un accidente.